Entrevista: Pararrayos

Pararrayos

La banda nacida en Poblenou es una de las joyas escondidas de la extensa escena de Barcelona. Su sonido se mueve entre guitarras cristalinas, reverb y delays, teclados que vuelven al futuro desde un pasado pretérito, baterías y bajos que marcan el camino, y una voz que nos lleva al pop de los 80’s, con una mezcla de influencias como el postpunk, el krautrock, el garage, el shoegaze y el dream. Han publicado tres EP’s grabados por Marco Morgione en los Estudios Micromaltese, el último se llama “Electricidad” (2022, Magic Room Records y Edita la Servidumbre) y te ilumina la cara como una tormenta eléctrica. Pararrayos son Nat González (bajo), Dani (en la guitarra y teclado), Gonzalo (en la batería) y Laura Pararrayos (voz y guitarra).

Imaginad que no sé nada de vosotras y me tenéis que explicar qué música hacéis…

Siempre nos dicen que sonamos a años 80’s, hagamos lo que hagamos! reconocemos que es una gran influencia, y no la única… pero es una pista.

En el BIS los sellos siempre han sido protagonistas. ¿Hasta qué punto, en el momento actual, creéis que es importante un sello para un grupo como el vuestro?

Un sello puede abrir puertas a las que tal vez no se puede acceder sin sello, contar con alguien que te apoya y te edita los temas, es gran ayuda. Si el sello, además te mueve (como sucede en algunos casos), mejor. Pero autoeditarte y autogestionarte también es una opción que funciona, hay muchas herramientas, en la actualidad, para hacerlo. Nosotras hacemos una mezcla, en este último EP colaboramos con dos sellos pequeños, Edita la Servidumbre y Magic Room Records, en el primer caso, nos edita en cassette, y en el segundo, en digital, y todo lo demás, lo gestionamos nosotras. 

Por norma general, ¿sois compradoras de música o preferís la comodidad e inmediatez de las plataformas como Spotify, Bandcamp o Soundcloud para escuchar a vuestros grupos favoritos?

Siempre que podemos, compramos en formato físico, y las plataformas las usamos para descubrir bandas y artistas que no conocíamos.

Hay un debate creciente en torno a la figura del músico. Creéis necesario que haya un estatuto del músico, con su convenio colectivo?

Dedicarse de forma profesional a la música es muy complicado tal y como está planteado actualmente, todo lo que sea favorecer o facilitar la profesionalización, puede ser positivo, siempre y cuando sean medidas realistas.

¿En qué punto de profesionalización os encontráis? Os véis en algún momento viviendo de la música?

Somos un grupo con varios perfiles en sus filas,  perfil semi-profesional y perfil por amor al arte, pero como banda sería imposible vivir. En el sentido más interesante y profundo ya vivimos de la música, por todo lo que nos comporta a nivel emocional y personal. Nuestra forma de gestionarnos es sencilla:  lo que sacamos en bolos, convocatorias y demás, lo reinvertimos en la banda.

Si la gente joven no tiene dinero para ir a un concierto, qué ideas se os ocurren para fomentar que las nuevas generaciones se aficionen a la música y a ir de conciertos?

Tal vez precios de entradas más moderados, pero también es verdad que los grandes festivales se llenan con entradas que están por las nubes. Bonos de conciertos? Suscripciones a salas o circuitos? Así, como idea peregrina… La innovación, a menudo surge de la adaptación de ideas que provienen de otros sectores.

El 5 de noviembre tocaréis en la fiesta de presentación del BIS, ¿en qué punto de actualidad estará el grupo?

Agradecidas. Han sido dos años muy productivos para la banda. Hemos tocado en movidas y salas que nos apetecían muchísimo y hemos sacado nuestros tercer EP (“Electricidad”) con el que hemos llegado a más gente. No nos podemos quejar!

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